miércoles, enero 21, 2009

Declaran ex magistrados en el Juicio Histórico

Miércoles 21.01.09

En la mañana de hoy declararon en calidad de testigos los ex magistrados, Alfredo Manuel Rodríguez y Eduardo Allende.

El Dr. Rodríguez, exhibió una absoluta pérdida de memoria respecto de los graves hechos acontecidos en septiembre de 1976, mientras se desempeñaba como juez del Juzgado del Crimen Nº 1 de la provincia. Dijo no recordar nada sobre del enfrentamiento en que murió Cobos, nada sobre las desapariciones y búsqueda por parte de los familiares de Ledesma y Alcaráz; ni la presentación de hábeas corpus por Santana Alcaráz; tampoco del hallazgo de cadáveres en las Salinas, hecho que conoció después de que se fue de San Luis, según dijo.

Respecto de personas detenidas, sólo recordaba haber tomado declaración al ex gobernador Adre, en la Penitenciaría, quien “siempre se abstuvo”, y a Sánchez, que había sido jefe de la Policía.

Ante la pregunta de la fiscal ¿Qué hacía el Ejército? Contestó que tenía un grupo de investigaciones administrativas que funcionaba en la Legislatura, que tenía como asesor jurídico era el Dr. Salvini(actual ministro de la Suprema Corte de Justicia de Mendoza), “que tenía muchísimas causas mal hechas, por lo que el 90 % fueron rechazadas, desestimadas”.

Después de la lectura de una declaración suya ante la Cámara de Mendoza en 1986 –que tampoco guardaba en su memoria-, recordó que ex fiscal Carlos Jesús Rodríguez, con quien en principio tuvo amistad y “luego se terminó”, había tenido problemas con el Dr. Galante y que “era una persona extraña, siempre daba a entender que andaba en algo fuerte, pesado. Era de extrema derecha, vinculado a altas esferas”. Que una vez le presentó como sus amigos a tres hombres que “andaban bien armados” de los cuales uno era Roberto Arce, “que era policía de Córdoba, vinculado al Tercer Cuerpo de Ejército”, otro hombre manco, del que no recordaba su nombre y un tercero, que luego supo era Saíz. Dijo creer que todos eran policías y que una vez le exhibieron unas armas que tenían en el baúl de un auto.

Relacionado con el mismo funcionario judicial, recordó una causa penal, derivada de un exhortó que venía de Córdoba y posiblemente diligenciado por Arce, y por la que participó junto con el fiscal Rodríguez de un allanamiento a la firma DOVECAR, para secuestrar documentación. Causa que -según afirmó- “pudo haber tenido una motivación personal del fiscal Rodríguez”.
Aunque no pudo asegurar si el capitán Plá estuvo presente en esa situación, tampoco lo descartó, en tanto era autoridad policial y ese cuerpo había tomado parte en el procedimiento; pero sí negó la participación de personal militar.

Anécdota
Casi al final de su declaración, el ex juez del Crimen relató una anécdota dejó en claro el alcance de los recursos del ex fiscal Rodríguez. Contó que poco antes de irse de San Luis, en 1977, lo llamó el Comandante Fernández Gez a su despacho y “me comenta que del III Cuerpo habían mandado a investigarme por ideas de izquierda, y que había sido mi ex amigo el fiscal Rodríguez”.
El testigo también contó que decía: “quien no es mi amigo es mi enemigo”.

Dr. Eduardo Allende
El segundo y último testigo de la breve jornada fue quien en el año de los hechos investigados en este juicio, era juez Federal de San Luis, pero precisamente sobre ellos, respondió invariablemente el ya lamentable y clásico “No recuerdo”, y a veces con el plus de “Absolutamente nada”.

A las preguntas de la Querella respondió que en el Juzgado Federal tramitaron varias causas relacionadas a hechos catalogados de subversivos, “dos o tres, en los que había muchos imputados”. Como no recordaba nombres, el Dr. Ponce fue preguntándole:
- - ¿Vergés? - Sí; -¿Mirta Rosales? No me acuerdo; -¿Aníbal Franklin Olivera? – Sí; -¿Julio Lucero Belgrano? – Sí; -¿María Catalina Garraza?, creo que sí; - ¿Juan Cruz Sarmiento? – Sí.

Explicó que en esos tiempos se utilizaba el Código Procesal de la época y que las personas que quedaban a disposición del PEN (Poder Ejecutivo Nacional) eran imputadas de infringir la ley 20.480 “que integraba el Código de ese momento”, dado “que existía en el gobierno una situación fáctica de estado de sitio, así es que se hacía sin consultar. Entendía la autoridad militar, y no se podía intervenir”.

Preguntado si había recibido denuncias o reclamos de detenidos por apremios, contestó que “nadie denunció, y que si lo hubieran hecho, hubiera iniciado el sumario pertinente, la investigación, y si no fuera mi competencia pasaría al la Justicia provincial”
Esta respuesta motivó la inmediata reacción del Dr. Ponce que solicitó un careo con personas que manifiestan lo contrario. “No tengo problema” respondió Allende.

El declarante, a tono con lo poco dicho por el secretario de su Juzgado, el Dr. Carlos Pereyra que declaró ayer, aseguró desconocer o no recordar los hechos ocurridos en 1976 en el pago tranquilo que era San Luis y que por su singular horror suscitaron conmoción: el hallazgo de dos cadáveres calcinados y mutilados en las Salinas del Bebedero, la muerte de Raúl Cobos en un enfrentamiento un grupo de militares el barrio Jardín, y el pedido de ayuda de los padres de dos jóvenes desaparecidos.
Ambos admitieron la interposición de hábeas corpus, pero no especificaron de parte de quiénes, pero sí se extendieron sobre las tres posibles modalidades de contestación existentes.
Incluso después de exhibírsele documental qeu obra en la causa sobre desaparición de Pedro Ledesma, Allende dijo “No recuerdo en absoluto”.
Ante el creciente asombro del abogado de la querella, Allende contestó respecto del Sumario policial 22 -la primera investigación sobre la desaparición y homicidio de Graciela Fiochetti- que lo elevó al Comando.
_ ¿Usted dice que porque no tenía competencia? ¿Por qué no lo mando al Juzgado del Crimen? -preguntó el representante de la Querella.-
_ No recuerdo, pero alguna razón lícita debió haber.
_ Y hoy ¿qué explicación le encuentra a esos hechos?
_ Me parece terrorífico.

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