miércoles, enero 28, 2009

Juicio Histórico: Dos testigos señalan a Plá como torturador

26.01.09

El testigo Jesús Roberto Arce compareció por segunda vez ante el Tribunal que investiga los crímenes de lesa humanidad cometidos en la dictadura militar y por la están siendo juzgados los dos militares coronel (r) Miguel Ángel Fernández Gez, el ex capitán Carlos Esteban Plá, y los tres ex policías Víctor David Becerra, Juan Carlos Pérez y Luis Alberto Orozco

Esta vez la novedad fue la confirmación documental de la pertenencia de Arce a la Dirección de Inteligencia de la Policía de Córdoba, aunque el verborrágico gomero lo negó durante todo el testimonio y con distintos argumentos, incluso sosteniendo junto al juez Burad, su certificado de servicios de esa Policía en el que consta que se desempeñó en el D2 desde el 1 de junio de 1976 al 6 de junio de 1980. También un informe solicitado por la Cámara de Apelaciones de Mendoza en 1980 especifica que era personal de calle, que portaba una pistola calibre 1125 Ballester Molina, y que Luis Saíz era un informante circunstancial.

La declaración se extendió sobre el relato de su detención a disposición del PEN(Poder Ejecutivo Nacional), sus padecimientos y las denuncias que realizó a raíz de dos acusaciones que considera falsas: el homicidio de Diego Funes y la colocación de una bomba en la casa del Dr. Galante. En ambos hechos compartió las acusaciones con Saíz y el policía del D2 de San Luis, Jorge Hugo Velásquez.

Los tres personajes caídos en desgracia “por las peleas con un fiscal”, según Arce, recibieron el mismo trato que antes, Velásquez había propinado a otros detenidos, tal como él habría admitido.
En una oportunidad, dijo el testigo, fueron llevados a un lugar donde sufrieron torturas y que Velásquez al llegar reconoció, “estamos en La Granja muchachos, se van a entrenar con nosotros” les adelantó sabiendo de qué se trataba.
El gomero y peronista “de toda la vida” dijo que fue torturado por Plá, Fernández Gez, Becerra, algún letrado, “Cuotita” Calderón, el Mayor Osarán y otros a los que no les vio la cara
Contó que cuando iban a declarar al Juzgado Federal, Velásquez, con la misma irreverencia con que lo han descrito otros testigos, se dirigía al entonces secretario Pereyra González y al juez Allende, llamándolos “Rabanito” y “14” respectivamente, “decía que habían participado juntos en torturas”, recordó Arce.

En su declaración, el ex policía de Córdoba confirmó la hipótesis del Dr. Borra, de que el gran resentimiento que guardaba Velásquez era hacia Plá y compañía.
Tal como había amenazado cuando se sintió traicionado –“yo destapo todos los muertos”, habría dicho-, le contó a Arce que Plá, Becerra, el Dr. Acevedo, Negri y otros conformaban una empresa que se dedicaba a poner gente a disposición del PEN, por dinero.
Sobre la muerte de Graciela Fiochetti en las Salinas “Velásquez me contó que había ido manejando el auto del “japonés” Becerra y que Plá le pegó un tiro en la nuca”. Después se estudió el cráneo y se descubrió el impacto de bala, agregó.
También le había dicho que “a Ledesma le habían dado la libertad y después lo habían “chupado” y “boleteado”; que Chacón “no alcanzó a cruzar el río” en alusión a que no había ido con vida mucho más allá de la Penitenciaría.
Sobre las torturas a Carlos Víctor Fernández dijo saber por un oficial Olguín “que tuvo participación y murió en circunstancias sospechosas” y por Velásquez. Le dijeron que recibió una brutal golpiza de parte del capitán Plá y personal del D2.
“Los interrogatorios los hacía el D2 y Operaciones estaba a cargo de los procedimientos, a veces acompañados por Plá y su asesor Carlos Acevedo que decía qué se debía hacer con los detenidos y era el enlace entre el D2 y el Área 333. La movilidad la proveía el ex Sub comisario Negri que participaba de los operativos”.

En un momento, el Dr. Vidal, abogado defensor de Plá, le preguntó por un lugar en ubicado en Maipú y España, “ahí tenían La Escuelita sus defendidos”, contestó el testigo.

“Y esta gente sigue operando” advirtió al Tribunal, señalando hacia los imputados al tiempo que les tiró una especie de queja y advertencia: “déjense de joder”.



El otro testigo que también le adjudicó al ex capitán Plá el rol de torturador fue Jorge Alfredo Salinas, quien en 1977 era docente, estudiante de Psicología y militante de la Juventud Universitaria Peronista.

Contó que fue detenido en dos oportunidades estando en la casa de su padre en Embalse La Florida. La primera vez fue a fines de junio de 1977 junto a su primo Rolando Alcaráz, “nos llevan en un Falcon, con la cabeza entre las piernas hasta el Destacamento de San Roque. Nos hacen desvestir y nos meten en un calabozo. Estuvimos tres días sin comer ni tomar nada. Después, en la sala de la Comisaría Plá me golpeó duramente, me pateaba en el suelo y me insultaba. Me aterrorizó porque estaba sin vendas” dijo. (Que el represor permitiera ver su rostro significaba casi indefectiblemente que el secuestrado iba a morir)
Junto al Subjefe de policía iban, otro militar y policías entre los que recordó a los Comisarios Becerra y Guillermo Albisu.

La segunda detención fue en agosto de 1977, primero estuvo quince días en la Comisaría 4ª, después en Investigaciones, en la calle Lavalle (donde hoy está la Caja Social) y luego en la Penitenciaría. Allí se encontró con el tan mentado trío Arce, Saíz y Velásquez y en una oportunidad éste le dijo: ”A vos te va a pasar lo mismo que a tu amigo”, en referencia a Santana Alcaráz, y les contó que sabía quién había matado a Santana y a Graciela Fiochetti: “Plá les dio un tiro en la nuca, en las Salinas a los dos”.
Esta revelación lo sorprendió y atemorizó, contó Salinas, que era amigo de Santana Alcaráz. Militaban y trabajaban en el Centro de Estudiantes de la Universidad que había ganado la JUP, y también compartían la tarea de alfabetización. “Sandro, como le decíamos era una persona muy humilde, seria y absolutamente responsable”, dijo y lo recordó con su saco azul, corbata, pantalón gris y un Ceferino Namuncurá en la solapa.

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